Por Lucio Greco.
en el principio fue el micrófono abierto la única razón por la que LOS POETAS llevaban el culo hasta un bar, o menos que un bar y le ponían el cuerpo y le daban existencia a los ciclos, a los recitales de poesía, a las presentaciones de libros autogestionados con vergüenza y pretensión. esto, claro, si el evento en cuestión es en la ciudad de buenos aires, porque si la lectura es en quilmes no te va un PUTO POETA. existe algo peor que uno de esos que se presentan como poetas y eso es un músico, pero no es la música la que hoy nos reúne. esto va de los poetas y sus libros y sus palabras y sus opiniones y sus plaquetas, oh los poetas. hay que darle cierto crédito, sin embargo, a tanto gil y gila, tanto POETA que pone su mejor cara de que escucha, y hasta aplaude un remate, cuando todos sabemos, y se le nota en el temblor que le mueve el labio, que está esperando el turno y nada más. en el principio fue el micrófono abierto pero se fue gastando el truquito y a los ciclos iba cada vez menos gente, y los micrófonos abiertos eran una colección de porquerías y LOS POETAS que GUSTABAN dejaban de participar de los micrófonos abiertos de américa latina porque ahora los INVITABAN A LEER y cuando sos INVITADO podés leer más poemas o incluso decir algo que se gane la voluntad del público, pero es sobre todo importante ser INVITADO porque podés irte antes de la llegada de ese otro grupo casi todo compuesto de infelices, o como se llamaban entre ellos y se siguen llamando, POETAS. entonces se empezaron a armar EVENTOS con CUARENTA POETAS INVITADOS y SIN MICRÓFONO ABIERTO y claro, EXPLOTABAN DE GENTE que de última es lo que importa para estar de buenas con el dueño del bar o de la casa o del centro cultural por una ley de centros culturales, entonces los ciclos multitudinarios se multiplicaron como ese milagro de jesús. y en una noche se apilaban las cervezas y las palabras de los poemas y ya nadie recordaba quién había dicho qué y las palabras seguían sonando aunque nadie las escuchara, y en un momento se mezclaban todas y ahora sí, eso era, sí, POESÍA.

Lucio Greco
Colaborador
Lucio Greco nació en 1975 vive en Avellaneda. Publicó Pasto de la aventura, Zama (2003), Versos oficialistas, Fanzine cheto (2010), Zombi, Mancha de aceite (2013). Para leer su poesía: www.luciogreco.tumblr.com