Por Lamás Médula.

¿Por qué clausuran tantos espacios culturales en el país? ¿Faltan leyes? ¿Sobra indiferencia? ¿Qué debemos hacer para que los votos de clausura a la cultura se los metan en el culo?

 

LAMÁS MÉDULA: ¿Cómo empezó todo?, ¿cómo se organizaron?

Mariano Viceconte: El Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA) comenzó hace aproximadamente 5 años. En un principio fueron reuniones para conocernos y compartir grupalmente la experiencia de tener un espacio autogestivo y artístico. En las reuniones rápidamente nos dimos cuenta de que todos teníamos pánico de las inspecciones del Gobierno de la Ciudad; la información era muy difícil de conseguir y, cansados de gastar plata en gestores, que lejos estaban de acercarnos a una solución, empezamos a organizarnos y a aprender cada vez más cómo habilitar los espacios con las leyes disponibles para hacerlo. Así fue que nos interiorizamos en las leyes vigentes y simplemente nos dimos cuenta de que no había una ley que abarque nuestra actividad en su totalidad; por lo que, conociendo la experiencia de los teatros y viendo al ebullición que estaba sucediendo en la ciudad con la creciente aparición de centros culturales, decidimos embarcarnos en una propuesta que no solo regule los espacios existentes sino que sirva para darle contención a estos lugares que ofrecen contenidos artísticos genuinos en todos los barrios.

LM: ¿Cuál fue el mayor obstáculo que tuvieron?

MV: Los obstáculos son siempre muchos, pero hay que entender que esto es un proceso de cambio y no cansarse en el camino. En un principio, fue muy difícil llegar a un texto de ley consensuado y que solucione el problema de fondo; no que le dé legalidad a los lugares que ya existen sino que sea una ley que sirva para todo el que quiera emprender un proyecto de estas características en la Ciudad de Buenos Aires hoy o en algunos años; una ley que en algún punto fomente a la creación de estos espacios. Una vez que tuvimos el texto, también fue complicado organizarnos y aprender las formas y el lenguaje político para ser escuchados y avanzar.  Igualmente el mayor obstáculo siempre es el miedo a abrir las puertas del espacio, sabiendo que una inspección puede arruinar el trabajo de muchas personas, solo porque no se está buscando una solución a un problema, que está claro que existe y que no puede quedar así. Una clausura, muchas veces arbitraria, dependiendo del inspector de turno, se traduce en muchos artistas que pierden la oportunidad de trabajar y un perjuicio económico a proyectos pequeños que deberían ser fomentados en vez de perseguidos porque generan contenidos culturales que suman a que la ciudad crezca en propuestas realmente creadas en los barrios.

LM: ¿En qué consiste la ley de Centros Culturales aprobada, para qué sirve y qué modificaciones sufrió? ¿Cómo habría qué hacer para abrir un espacio cultural una vez que se reglamente?    

MV: La de los Centros Culturales es una ley de habilitación, un permiso de trabajo que la municipalidad otorga a las distintas actividades que suceden en la ciudad. En estas leyes, se detallan las cosas que uno puede hacer cuando se habilita y también enumera los requisitos que uno debe cumplir para realizar la actividad. Una de las cosas más importantes logradas con esta ley es el reconocimiento de estos espacios, que son lugares donde todas las expresiones artísticas conviven en sus formas tradicionales y experimentales, lugares en general  autogestivos y de naturaleza colaborativa. Otra de los grandes logros que tendría esta ley, si se aprueba la segunda parte sin modificaciones, es que estamos queriendo permitir que los centros culturales puedan existir en todos los barrios. Nos parece muy importante este punto para una real democratización de la cultura; todo vecino de esta ciudad debería poder disfrutar de contenidos culturales sin tener que salir de su barrio y todos los barrios deben tener estos lugares para darle lugar a los artistas que crecen en ellos y seguir formando la identidad cultural de cada barrio. Otro de los puntos interesantes de la ley es la gratuidad del trámite para los proyectos que son sin fines de lucro,. Creemos que el papel de los centros culturales sociales sin fines de lucro es importante y debemos fomentar su existencia facilitando el trámite de habilitación, ya que el timbrado en la ciudad es cada vez más caro y llega en algunos casos a ser prohibitivo. Una vez que la ley entre en vigencia, esta habilitación será una más de las posibles. Para habilitarse hay que seguir los requerimientos que dice la ley, el texto se puede bajar de la página de MECA. También existen los Abogados Culturales, una agrupación que lidera Claudio Gorenman que da asesoramiento y está muy al tanto de las distintas habilitaciones que pueden utilizarse para cada proyecto cultural, según cada propuesta específica.

LM: ¿Es suficiente una ley para terminar con las clausuras sistemáticas? 

MV: Hay muchas cosas para cambiar en la ciudad y por las que tenemos que seguir trabajando y construyendo en conjunto. La ley de centros culturales es un reconocimiento a una actividad que estaba siendo obligada a vivir en la obscuridad de la ilegalidad. Por supuesto que esta ley no hace magia, y no va a terminar con las clausuras si no hay un cambio de perspectiva del Gobierno de la Ciudad, específicamente la AGC y sus inspectores. Ellos muchas veces desoyen las leyes vigentes y se abusan de sus poderes para clausurar lugares que claramente no ponen en riesgo a los que asisten ni a los que trabajan. El problema de las clausuras sistemáticas es un problema más amplio y que está más atado a la forma en que el Gobierno de la Ciudad ve a la cultura. Será nuestro trabajo seguir luchando por un reconocimiento más profundo, no solo de los centros culturales sino también de los Artistas de la Calle, por citar un ejemplo, que todos los días sufren persecuciones de la policía metropolitana y son amenazados con retirarles los instrumentos que son su fuente de ingresos.  Esta diferencia de perspectiva, a nuestro parecer, hace que el Gobierno de la Ciudad no le dé soluciones a un sector genuino de creación artística.

LM: ¿Cuál será el papel de MECA cuando la ley entre en vigencia?            

MV: Como dije antes, hay muchas cosas para seguir trabajando, los artistas de la calle no tienen una ley que les permita hacer su trabajo y la metropolitana amenaza con confiscarles los instrumentos constantemente.  También creemos muy necesaria la ley de fomento para los centros culturales que hacen un trabajo en territorio más social y de formación en barrios vulnerables, para que puedan afrontar los gastos de habilitación y de reformas y para que puedan salir de la clandestinidad, ya que sus actividades son gratuitas y están haciendo un trabajo muy importante.

LM: ¿Por qué después del 19 de diciembre siguen habiendo clausuras?  

MV: Las clausuras están ligadas a la falta de la ley. Si bien se aprobó una parte, todavía no está vigente para su uso, y las clausuras también están ligadas a una forma de ver la cultura más general del Gobierno de la Ciudad. Cambiar esa forma de ver a la cultura va a ser nuestro trabajo todo el año para lograr un verdadero reconocimiento por parte del Gobierno de la Ciudad y para poder avanzar y generar cada vez más y mejores propuestas culturales para todos.

 

Mariano Viceconte

Mariano Viceconte

Colaborador

Mariano Viceconte es co-director del espacio cultural El Quetzal y uno de los principales representantes de centros culturales que se nuclean en el Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA).

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