Por Flor Codagnone.

En su auspicioso primer libro, entre la forma del microrrelato y del verso, Gabriela Borrelli Azara transita un vínculo posible con su abuela Mirtha. Océano, de Ediciones Lámas Médula, forma parte de la colección Interlunio.

Algo estalla en el aire poético. Un universo lejano y cercano profundamente afectuoso. Y se ha extendido: una gran cantidad de autores argentinos nacidos entre finales de los ’70 y mediados de los ’90 están rescatando y homenajeando a las figuras de sus abuelos. Es cierto: no se trata de algo por completo novedoso (basta recordar, entre otras, a la “bruja blanca”, de Olga Orozco, o mucho más cercana en el tiempo, a la Ea, de Julia Magistratti), pero, tal vez, la originalidad de este gesto resida hoy en la cantidad de poetas que lo están haciendo al mismo tiempo. Hablar de los abuelos, y en especial de las abuelas, parece encarnar la posibilidad de algo posible. De un adiós, por ejemplo (“te sostengo / la mano suave, / me abrazo / al calor de tus orejas / y, despacio, / aunque me duela, / aprendo a decirte adiós”), para Carolina Giollo. De un diálogo (-¿Cómo me ves? / Bien. / -Pero, bien, ¿cómo? / ¿Estoy más viva / o más muerta que ayer? / No sé, abuela, más linda), en Gabriela Larralde. La posibilidad del lenguaje, de un decir (“La sangre tiene que estar con el cuerpo / Hay que probar antes de casarse / A la noche café con leche y pan con dulce / Siempre hay que tener un abanico para ventilarse / Chau Pinela!”), en Alejandra Benz. O de la fantasía en Tom Maver (“No estoy seguro, pero a veces creo / que a mi abuela Lá le hubiera gustado / tener una cuenta de Facebook”). La posibilidad de la propia novela familiar en Natalia Romero (“Le pregunté a la abuela / por el día de mi nacimiento. / ¿Qué hacías / cuando tu hija / se convertía en madre?”). O, por fin: la posibilidad de la poesía. Dice el ya desaparecido Ariel Delgado: “Voy al comedor / y veo a mi abuela / que agarra con la mano derecha / el encendedor azul / y prende la hornalla de la cocina, / luego me mira y molesta me dice; / ¿Qué mirás boludo? // No le digo nada, / ella no debe enterarse que es poesía”).

Es en medio todas estas posibilidades en las que parece inscribirse Océano, el primer libro de Gabriela Borrelli Azara: las del lenguaje y la lengua, la de la novela familiar y el diálogo y lo fantasioso y, por supuesto, la de la poesía. Si hay algo en ese ancho mar que jamás se estanca –el océano, sí, pero también la relación entre una nieta y su abuela–, es la posibilidad de aprehender, mediante palabras, el vínculo (aun el jamás tenido, aun el separado por una lengua). Y en ese aprehender, la inevitable transformación poética. “La lengua es una patria. / Y, a veces, más que eso”, empieza afirmando un yo poético, que nada entre la forma del relato mínimo y de los versos, entre la narración autobiográfica y una tradición poética de alguien que ha leído atentamente a autores como Pizarnik y Porchia, entre otros.

Si es cierto que la lengua es una patria, también lo es que se trata de un cuerpo (“Se le escapaba en la boca la lengua”, “Grita con la lengua afuera”) y que Océano transita y construye un cuerpo, unos cuerpos, con una materialidad cercana a la canción de rock o a los viajes capaces de sacudir la modorra del tiempo y de los espacios.

 

Flor Codagnone

Flor Codagnone

Poeta y Periodista

Nació en Buenos Aires en 1982. Es Licenciada en Periodismo. Realiza trabajos de edición, traducción y corrección. Brinda talleres y clínicas literarias. Junto con María Magdalena integra el proyecto poético Trémulas. Participó de la antología Rock del país (Universidad Nacional de Jujuy, 2010), del libro Hablemos de angustias (Letra Viva, 2013) y de la colección de poemas Esto pasa. Poesía en Buenos Aires (Llanto de mudo, 2015). Escribió con Nicolás Cerruti Literatura ∞ Psicoanálisis: El signo de lo irrepetible (Letra Viva, 2013). Tradujo Los Beatles y Lacan: Un réquiem para la Edad Moderna (Galerna, 2013) y Antes de decirnos adiós (Galerna, 2014). Publicó los poemarios Mudas (Pánico el Pánico, 2013) y Celo (Pánico el Pánico, 2014).

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