Por Sara Eliana Riquelme.
¿Para qué existen estas Másmédulas culturales, literarias, artísticas que tanto nos convocan? Sin duda, hay tantas respuestas como revistas y lectores. En este caso se trata de compartir con los siempreamigos distintos matices de la vida cultural de una región, situada más o menos en la Patagonia Norte, aunque en algún momento esa delimitación se extienda un poco.
Hoy, una vez más, nos damos un lujo. Porque presentar a una poeta y escritora, a una mujer comprometida con la labor estética de una región, es un privilegio que no se debe dejar pasar. Por eso queremos compartirla, para que más y más personas conozcan su obra, su pensamiento, su visión literaria de Neuquén, su estilo depurado y certero.
Decimos que es una Señora de las letras neuquinas. Señora, así, con mayúsculas, con toda distinción y respeto, ya que ha ganado ese lugar por su sencillez, dedicación al trabajo y seriedad en el abordaje de su obra. Lilí pone nombre y apellido a personajes femeninos cuya identidad ha sido silenciada por la historia y la literatura. Las nombra. Y como todos sabemos, nombrar es una forma de dar existencia. Pero no se conforma con revelar sus personajes en estas mesetas y hoy, nuestra Señora va a París a mostrar sus libros, para que otros másmedulares se acerquen a las letras de esta Patagonia.
Lamás Médula: ¿Cómo surge esta dedicación a la producción literaria?
Lilí Muñoz: Desde siempre. Desde que iba a la escuela pública primaria en la ciudad de Victoria, en Entre Ríos, y también en la pequeña biblioteca de mi casa materna. Comencé con la lectura de libros. Recuerdo la colección de leyendas guaraníes Petaquita, y como autor a Monteiro Lobato. Esto en la biblioteca de la escuela. También recuerdo la recitación de poemas y concursando en escritura para participar en las fechas patrias. Siguió en la secundaria, en los fogones de estudiantes, en lecturas y en la participación en representaciones teatrales. Se mantuvo y acrecentó, sobre todo en lectura, en el Profesorado de Castellano, Literatura y Latín de Paraná, y ya en Neuquén, en el Profesorado en Letras, de la UNCo, viajando desde Cutral Có, donde trabajaba como profesora y directora del Centro de Enseñana Media Nº 6.
Lamás Médula: ¿Cómo es que generaste Mujeres de albada? Contanos sobre ese proceso.
L. Muñoz: Mujeres de albada está inmersa en un proyecto más amplio de ficciones sobre heroínas de la cotidianeidad, antiheroínas, mujeres no canonizadas por la historia, con residencia en la Patagonia. El proyecto nace precisamente en Cutral Có, en una charla del escritor Dr. Gregorio Álvarez en la Biblioteca Popular Carlos H. Rodríguez. Él me introdujo en el conocimiento de Carmen Funes, la Pasto Verde, y, también, en la lectura de sus propias obras de autor. Así nace y se publica el relato Pasto Verde, en una edición de la Fundación del Banco. Provincia del Neuquén, cuando estaba como Coordinadora Bertha de Schapiro. Sigue luego Pupilas del desierto, libro que contiene cuatro relatos, publicado por Ave Fénix, editorial de Bs. As.; Cuartelera, pieza dramática publicada por Argentores, Bs.As. en 2010; La señora de la Aguada, novela, publicada en 2012 por Ediciones Oblicuas de Barcelona; y ahora,en 2016, Mujeres de albada, novela, publicada con la colaboración del sello Editorial Fundación Tribu Salvaje de Neuquén.
Me interesa el por qué del dejar afuera a algunas y algunos e ingresar a otros y a otras al panteón de héroes y heroínas. (Lilí Muñoz)
Lamás Médula: ¿Dirías que Mujeres de albada es una novela histórica?
L. Muñoz: En mi opinión no. Tampoco se trata de historia novelada. Si hubiera que catalogar a Mujeres de albada (y no soy amiga de clasificaciones rotundas en géneros literarios) diría que es una novela romántica, con transversalidades épicas y testimoniales. No son relatos históricos los que aparecen en Pupilas del desierto ni es novela histórica La señora de la Aguada. Tienen sí, cada uno de los libros mencionados, investigación histórica en publicaciones, crónicas, periódicos,web, conversaciones y lecturas, relevamiento de la tradición oral en lugares donde han sucedido o al menos rozado el acontecer según la crónica: Cutral Có, Plaza Huincul, ciudad de Neuquén, Ushuaia, Puerto San Julián. Todos los textos son ficciones. Siempre lo advierto a los lectores. Me interesa más el acontecimiento humano, el comportamiento aquí y en otras regiones del planeta, el por qué del dejar afuera a algunas y algunos e ingresar a otros y a otras al panteón de héroes y heroínas, las búsquedas de los por qué sin respuestas. Este interés en las búsquedas no quiere decir que esté logrado en plenitud, digo que es un propósito, una aspiración, un registro de lo que entiendo como una realidad humana.
Lamás Médula: ¿Qué te lleva a dar vida a mujeres de la historia local de Neuquén? Me refiero a esta novela y a tu anterior sobre Carmen Funes.
L. Muñoz: Creo que algo está contestado en la anterior respuesta y también en la primera: El por qué del ocultamiento de identidades, el por qué del dejar afuera, el por qué del ninguneo. Se trata de mujeres apenas, si acaso, registradas en alguna mención de periódicos de la época, en canciones (caso Pasto Verde o Ana de la Colmena de San Julián, un personaje de uno de los relatos de Pupilas del desierto), en algún libro de fallecimientos o necrológicas en instituciones públicas (cementerios) y luego, mucho más recientemente, en alguna placa o monumento (por ejemplo en Mujeres de albada).
Se trata de mujeres apenas, si acaso, registradas en alguna mención de periódicos de la época, en canciones o en necrológicas. (Lilí Muñoz)
Lamás Médula: ¿Cómo ves el movimiento literario de Neuquén?
L. Muñoz: Muy dinámico, muy vital, pura vida (como dirían los costarricenses) y por lo tanto, heterogéneo en estilos, micropoéticas individuales y de grupo, en complejidad y renovación constante. Me gusta.
Lamás Médula: ¿Cuáles son las tendencias estéticas que predominan en Neuquén en la actualidad?
L. Muñoz: No conozco todo lo que se produce literariamente, por lo que dije en mi anterior respuesta. Existe un movimiento constante, fluyente y en renovación. Conozco algo. Me interesa la Historia de la Literatura en esta región y también las micropoéticas como lo expresé. Digo que me interesa lo diacrónico y lo sincrónico en la literatura, porque ambos ejes se nutren y nutren la producción y la recepción en la vida y en el arte. Sobre aspectos de este tema escribí en El gran libro de Neuquén,obra publicada y presentada en Neuquén en el 2002. Abarcó distintas disciplinas culturales de Neuquén y de otras provincias patagónicas. Mi aporte se refirió a la Literatura de Neuquén. La dirección estuvo a cargo de los doctores en Historia, Pedro Navarro Floria y Andrea Nicolletti. Nació por iniciativa privada de Alfa Centro Literario. Neuquén, si bien no es una ciudad de las consideradas grandes en Argentina, con muchos habitantes (tipo C.A.B.A., u otras), es una ciudad potente, con potencial y energía. La migración interna y externa, los aluviones de esa migración, más la riqueza humana de sus habitantes originarios y de los pioneros que hicieron posible este valle increíble, ha construido y construye un mestizaje cultural riquísimo, y en ese mestizaje ancla y senderea la literatura, desembocando en tendencias múltiples y variadas, tanto en lo individual como en colectivos de escritores, en continuidad y transformación. La diversidad de texturas literarias es lo que me atrae. Creo que el apoyo sistemático y sostenido de políticas públicas de cultura desde el Estado, tendientes a viabilizar la gestión y concreción artística, y específicamente en literatura en nuestro caso, entre lo privado y lo público, contribuirían a favorecer que emergiesen manifestaciones latentes, a la vez que se profundizase la experimentación y desarrollo de otras. No estoy sugiriendo que todo lo tiene que hacer el Estado. Digo sí que sería deseable crear y mantener condiciones desde quienes administran el Estado para desenvolver una labor constante y creativa de motivación, incentivo y desarrollo de las culturas que conviven en nuestra región. Ello devendría en pro de una mejor calidad de vida. El arte y la literatura hace bien al ser humano.
Creo que el apoyo sistemático y sostenido de políticas públicas de cultura desde el Estado, tendientes a viabilizar la gestión y concreción artística, y específicamente en literatura, contribuirían a favorecer que emergiesen manifestaciones latentes, que se profundizase la experimentación. (Lilí Muñoz)
Lamás Médula: Háblanos de tu propio intento de proyección de la literatura que produces, la experiencia en la Biblioteca Julio Cortázar de la Maison de l’Argentine en París, enero de 2017.
L. Muñoz: Voy a hacer una autorreflexión: conocer la Maison de l’Argentine en París, en la Cité Universitaire, formaba parte de mis proyectos. Supongo que tiene que ver con aquello de los barcos, de bisabuelos y abuelos inmigrantes, de sesgos en nuestra propia formación. Escribí por correo electrónico a la Maison cuando estuvo decidido mi viaje a Barcelona, proponiendo la presentación de dos libros publicados en 2016 por mi cuenta, vale decir sin auspicios de ningún tipo: uno de publicación unitaria, mi novela Mujeres de albada, y otro, Desnudeces, publicación colectiva, catorce relatos de ocho autoras, Diana Luz Bravi, Egle Frattoni Romano, Ada Gil, Angélica Gorosdischer, Jorgelina Paladini e Inés Santa Cruz (todas de Rosario), María Gutiérrez (Tenerife) y Lilí Muñoz (Neuquén), con prólogo de Magdalena Aliau (Universidad Nacional de Rosario). Obtuve respuesta positiva de la responsable de la Biblioteca Julio Cortázar, Casa de la Argentina en París, Sra. Agustina Primo, con algunas limitaciones sobre las que intercambiamos: formato del evento, fecha, horarios, difusión, cantidad posible de participantes. Tuvimos (y en este caso incluyo en la mención a las escritoras de Desnudeces, porque espiritualmente estuvieron allí) un gran apoyo, vía virtual, en la organización y difusión por parte del escritor y gestor cultural francés Pascal Mora, profesor de español que ha visitado la Argentina y ha participado en eventos literarios en Rosario y Santa Fe en el 2016. París, una ciudad de 3.000.000 de habitantes, más lo que llamaríamos un conurbano, que completa los 12.000.000 habitantes más o en menos, resulta, en mi representación, tal como Buenos Aires: una ciudad que no se conoce nunca, una ciudad para ir entrando en ella en los aspectos culturales y literarios muy de a poco y despacio. Yo solo tenía tres noches y no contaba con despliegue mediático ni virtual, salvo la colaboración de algunos sitios de amigos en Facebook y Twitter. Agreguemos como debilidad la ola de frío polar que justamente se inició en Europa el martes 17 de enero, día de mi llegada, y que aún continúa. El evento fue el jueves 19 a las 19. Entre las fortalezas de este encuentro, destaco y agradezco el apoyo honorífico de ONGs de la Provincia del Neuquén, de las Fundaciones Lecturas del Sur del Mundo y Tribu Salvaje, y de los organismos gubernamentales Casa de las Leyes de la Legislatura del Neuquén y Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia. Se hizo lo que las limitaciones permitieron: conocimiento de un lugar de Argentina que ha sido y es foro de formación y post formación de científicos, artistas y escritores de Argentina, América Latina y el mundo, presentación de los dos libros ante un público interesado y entusiasta en la sala de lectura de los becarios de la Maison, registro del evento en fotos, donación de los libros en versión papel a la Biblioteca que lleva el nombre de nuestro Julio Cortázar e intercambio de experiencias de lectura y de escritura con los presentes. En lo personal, rescato la actividad porque me permitió concretar un proyecto de escritura y difusión de escritoras argentinas (con la excepción de María Gutiérrez, invitada canaria, a la par que reconocer la valía humana de dos escritores y gestores culturales franceses, el profesor Pascal Mora y la traductora Marie-José Lun. También la valoro como instancia de formación literaria y de gestión cultural.
Así es Lilí, clara y precisa en sus conceptos; una mujer que desde este amplio territorio ha sabido interesar a muchos por la inspiración histórica que caracteriza a sus personajes y relatos.
La riqueza humana de sus habitantes originarios y de los pioneros que hicieron posible este valle increíble, ha construido y construye un mestizaje cultural riquísimo, y en ese mestizaje ancla y senderea la literatura en Neuquén. (Lilí Muñoz)
Como en toda América, en la Patagonia la literatura tiene ese tinte neobarroco que reúne los más variados elementos. De ese sincretismo nace y se nutre la pluma de nuestros poetas. Lilí lo hace muy bien y ahora… nuestra Señora se fue a París.

Sara Eliana Riquelme
Colaboradora
Docente en el área de Lengua, en el IFD N° 6 de Neuquén. Egresada de la Universidad Nacional del Comahue: Profesorado en Letras, Lic. en Letras, Especialización en Historia Contemporánea. Ha participado en trabajos de investigación en la Fac. de Ciencias de la Educación en la UNComahue y ha dirigido investigaciones en el INFD. Cuenta con publicaciones de libros y artículos en distintos soportes, siempre sobre temas inherentes a la educación en relación con el lenguaje.