Por Gabriela Borrelli Azara.

Fue en la calle Corrientes. Una noche cuando la talentosísima Daniela Horovitz se encontró con «Safo». Un libro pequeño, una traducción española. 350 pesetas decía en la tapa. Cuántas alegrías nos han dado esos saldos españoles que se vendían a dos mangos. Cuántos pesos invertidos en poesía que ganaban cuando hacíamos la cuenta: menos que una birra.

Así, en ese gesto hermoso y sensual que es agarrar un libro e inmediatamente mirar la contratapa, Daniela leyó: “yo te buscaba y llegaste, y has refrescado mi alma que ardía de ausencia”. Han pasado más o menos 15 años de esa noche y Daniela (cantante, actriz, ex integrante de Los Amados) hoy protagoniza uno de los más lindos homenajes que se le hicieron a esa figura siempre huyente, siempre desarmada, siempre incompleta que es Safo (primera gran poeta griega, que vivió en Lesbos en el siglo VI a.C. y fundó una de las poesías amorosas más inagotables de la historia). Se pregunta Daniela Horovitz en su espectáculo:

“¿Quién fue Safo?

¿La primera poeta griega? ¿La única poeta griega?

¿Una vampiresa sombría con su lira y pechos al aire?

¿Por qué de sus nueve libros sobrevivieron sólo fragmentos y puntos suspensivos?”

Esos puntos suspensivos son las grietas del recuerdo cuando no encuentra sus palabras, son la historia tallando en la poesía lo que ya no está, son los siglos que se escapan en las lecturas, son los abismos de olvido que recorren toda la literatura escrita por mujeres. Y son los espacios que en cualquier reconstrucción de la figura de Safo, teórica o artística, hay que llenar. Daniela Horovitz en su espectáculo musical lo llena con tres cosas fundamentales: amabilidad, desparpajo y música. Es amable ante el público que desconoce a Safo y también con sus fanáticos. Se mueve en el escenario con gracia y nada de solemnidad. Y es vocal y musicalmente perfecta: Safo por Daniela Horovitz.

Esta obra musical inspirada en la obra de Safo se llama El dulce-amargo y se presenta todos los domingos en el teatro El Extranjero en una hora preciosa: 16.30. El nombre de la obra hace referencia a ese doble filo del amor del que Safo nos habló. Y también hay una alusión directa a uno de los mejores ensayos publicados sobre Safo y sobre la historicidad de la idea del amor: Eros el dulce-amargo de Anne Carson.

Esos puntos suspensivos son las grietas del recuerdo cuando no encuentra sus palabras, son la historia tallando en la poesía lo que ya no está, son los siglos que se escapan en las lecturas, son los abismos de olvido que recorren toda la literatura escrita por mujeres.

Sin ruborizarnos podríamos decir que Carson es la mejor ensayista viva y con menos rubor y más pasión decir que es una de las poetas más profundas. Todo su análisis se desencadena a partir de estos versos: “Me parece igual a los dioses/ ese hombre que frente a ti/ se sienta y escucha atento/ tu dulce charla/ y tu risa adorable…oh eso/ pone alas a mi corazón dentro del pecho/ porque cuando te miro aunque sea un momento / palabras no me quedan”. Carson reflexiona sobre la fugacidad de la pasión, la ausencia como motor del deseo y la unidad de los amantes. Pero esta relación que establecemos entre la obra de Horovitz y el libro de Carson no está expuesta totalmente en el espectáculo. Es invisible, pero real. En cada movimiento de la cantante, en cada verso entonado, en cada instrumento se devela la investigación y la reflexión sobre la obra de la gran Safo.

Por momentos, Daniela toca el piano a lo Liliana Felipe. Por otros, agarra la guitarra y es una arrabalera del Abasto y por otros es una de las muchachas a las que Safo en el siglo VI a.C. enseñaba a tocar la lira y componer. La obra termina igual que como empieza: ¿quién era Safo? ¿la que se suicidó por amor, la que amaba a las bellas muchachas que enseñaba, o sólo un sueño de los que amamos la poesía? Safo se nos escapa y en ese escapar la seguimos como podemos: las que leemos leyéndola, las que amamos, amando y sufriendo como ella, las talentosas como Daniela Horovitz, haciendo canciones tan preciosas como la que aquí compartimos:

Gabriela Borrelli Azara

Gabriela Borrelli Azara

Directora de Lamás Médula

Gabriela Borrelli Azara es escritora, periodista y conductora de radio de ciclos literarios en Radio Del Plata y Radio Nacional. Es autora de “Océano” (Lamás Médula, 2015) y directora de Lamás Médula, revista de curtura.

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