Por Paulo Roddel.

 

Luca Prodan,  predicador,  transgresor y lúcido hubiera cumplido  65 años a mediados de mes. Con su huella intacta, recorremos la historia de  un hombre que es leyenda.

Luca George Prodan nació en Roma, el 17 de mayo de 1953. De padre italiano y madre escocesa, vino al mundo en un hogar de clase adinerada. Así, realizó sus estudios en uno de los mejores colegios de Escocia: el GordonstounCollege. Allí, tuvo como compañero al mismísimo Príncipe Carlos.

A los 17 años, y dando muestras del espíritu errante que sería, huye de su confortable hogar para vagabundear por diversos países europeos. Finalmente, y luego de un pedido de búsqueda por parte de Interpol, es encontrado en una calle de Roma. Instalado en Londres a principios de los 70’ , además de ávido lector, frecuenta la escena musical de esta ciudad. Ve en vivo a TheClash, Sex Pistols, JoyDivision, CannedHeat, Pink Floyd – entre otros-  y recoge  la influencia de músicos como JimMorrison, Leonard Cohen, Lou Reed y David Bowie. Fue testigo del nacimiento del punk y se nutrió de toda la cultura musical de entonces, que sería una influencia  importante en su propia estela artística.

En esos tiempos trabaja en la compañía discográfica EMI y en 1977 se presenta en algunos pubs londinenses con su primera banda: The New Clear Heads. Luca ya tiene -desde hace años- una fuerte adicción a las drogas y el alcohol.

En 1981, a instancias de Timmy Mc Kern, un amigo escocés radicado en Mina Clavero, Córdoba, se  muda a allí para vivir en un lugar tranquilo y lejano. No hablaba una sola pablara de español.

Entonces conoce a Ricardo Curtet y al cuñado de Timmy, Germán Dafuncchio, ambos guitarristas. También a  Alejandro Sokol, que se ocuparía del bajo. Comienzan a hacer algunas zapadas y Luca gasta  todo el dinero traído del Viejo Continente en equipos e instrumentos. Las vacas que había pensado comprar pueden esperar. Luca quema las naves con Europa y su pasado.  Más tarde, ya instalados Hurlingham, surge la idea de formar una banda en serio, junto a  Stephanie Nuttal en la batería, una amiga inglesa de Luca.

Debutan como Sumo con ésa formación en febrero de 1982, cantando en inglés. Tras  una serie de presentaciones en boliches de la capital argentina, nace Sumo.  Muy poca gente sabía entonces del fenómeno que se estaba gestando.Luca asimilaba su condición de porteño, aprendía español y opinaba sobre el rock argentino, burlándose de toda la pose del starsystem.

En marzo de 1982 Sumo da su primer recital importante. Poco después, con el estallido de la guerra de las Malvinas, el gobierno militar prohíbe cantar en inglés, al tiempo que Stephanie retorna a Inglaterra.  La batería es ocupada por Alejandro Sokol, y Diego Arnedo toma el puesto de bajista. Sumo comenzaba a consolidarse como banda, y Luca como una de las figuras más carismáticas del efervescente rock argentino.

Sin embargo, no había podido abandonar sus adicciones, y a medida que el grupo crecía en éxito y popularidad, él se sumergía en el alcoholismo y las drogas. Cuando graban  el demo de Corpiños en la madrugada,  se les une Roberto Petinatto en el saxo.

En 1984, Sokol se va. Lo reemplaza Alberto Troglio y Ricardo Mollo, se encarga de la guitarra líder. Todo lo que hacía y decía Luca era nuevo y además importaba. Su actitud generaba polémica y adoración.

Luca se convertía rápidamente en un predicador -transgresor y lúcido- , un cronista y poeta urbano. Imprevisible, apuntaba y disparaba su repudio contra la frivolidad de la sociedad de consumo,  la falsedad del mainstreamrockero, al glamour y las luces de un sistema al cual elegía no pertenecer. Había algo de ritual místico de ir a ver a Sumo y, sobre todo, a Luca. Tenía algo de gurú, de santo maldito.

En 1985, Sumo edita el álbum Divididos por la felicidad y la canción “La Rubia Tarada” suena en todas las radios. Luca se harta de ella, y se niega  a tocarla en vivo. Por  entonces tomaba alcohol todos los días y era  heroinómano. Reconocido como una figura influyente del under porteño, su postura anti- rockstar, autenticidad, cosmopolitismo y su profunda sensibilidad poética, lo harían una personalidad única del ambiente musical.

En 1986 Sumo viaja a Uruguay y Chile y lanza su segundo disco Llegando los monos. Luca no hacía discos de un tema solo, eran obras conceptuales, con una línea narrativa furiosa y crítica, delirante y surrealista, o descriptiva y bucólica. Este es el caso de “Mañana en el Abasto”, de su siguiente obra, After chabón, de mayo de 1987.

Sumo recibía el reconocimiento de sus pares, del público y de gran parte de la crítica: la banda se encontraba en su apogeo, y el Pelado era el capitán indiscutido del barco. Pero su salud comenzaba a cobrarle los excesos. Su último recital con Sumo fue el 20 de diciembre de 1987. Dos días después, en la mañana del 22, Luca Prodan entraba  a la categoría de leyenda. Fue encontrado muerto en su departamento de la calle Alsina, del barrio porteño de San Telmo. El parte médico estableció “muerte por cirrosis hepática”. Así, se apagó tempranamente una de las personalidades artísticas más interesantes y completas del rock argentino.

Paulo Roddel

Paulo Roddel

Colaborador

Nació en Montevideo, Uruguay, el 13/10/77. Publicó poesía y cuentos en revistas y antologías de escritores. Editó publicaciones de rock y cuatro libros de poesía Trapos (2004), Palidezco (2010), Ama/zonas (2014) y El ceño del sueño (2016). Participa en ciclos literarios. Colabora como periodista cultural en varios medios digitales y en papel. Es docente de inglés, librero, y cursó la Licenciatura de Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República (Uruguay).

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