Por Sara Eliana Riquelme.

¿El mundo de la moda es solo para elegidos? SÓNAR es el proyecto con el cual María Sol Ungar  diseña y confecciona ropa para ciegos en un gesto tendiente a la inclusión.

Cuando se habla de moda, en el imaginario común se activan figuras de  mujeres y hombres bellos  luciendo  atuendos espectaculares, creados por afamados  diseñadores y confeccionados por prestigiosas manos.  Asimismo, para el común de la gente, aparece como un universo lejano e inalcanzable, que  pertenece casi exclusivamente  a las grandes urbes  e inaccesible  porque  “todo eso es algo muy caro”. Sin embargo, afortunadamente el diseño y la elaboración de prendas abarca un cosmos de mayores dimensiones: siempre hay gente preocupada por explorar nuevos caminos.  María Sol Ungar, una neuquina  que buscó incluir, ideó prendas para todos  y esto nos cuenta…

Lamás Médula: ¿Cómo llegaste al diseño y a la confección de indumentaria para no videntes?

María Sol Ungar: Yo resaltaría dos motivos: uno de índole estrictamente personal -relacionado con mi formación profesional-  y otro más amplio: hoy las personas con discapacidad  se insertan en la sociedad con mayor presencia y protagonismo.

En cuanto al primero, realicé el proyecto SÓNAR como tesis en mi carrera de diseño, en Neuquén hace aproximadamente cinco años. Luego me trasladé a Buenos Aires para crear mi sello con ese nombre, que alude al sistema que permite ubicar las cosas por el sonido. Esto es porque el objetivo es incluir a las personas ciegas en el diseño de moda, algo que es inusual en América Latina. Esto no significa que  los productos sean exclusivos para ciegos: Sónar ofrece ropa para todos.

Sobre lo otro, se advierte que la inserción de las personas consideradas con capacidades diferentes ha experimentado muchos y favorables cambios. Por ejemplo, en Argentina, la nueva Ley de Educación tiene como uno de sus ejes fundamentales el concepto de inclusión, y eso ha sido un motivo importante para esas modificaciones.

Los avances científicos y tecnológicos, tanto para el diagnóstico y tratamiento de las diferentes patologías como para las consideraciones psicológicas y sociológicas han conformado un campo de coexistencia entre todos los actores sociales. Dentro de la moda, diseñadores internacionales han realizado, con gran éxito, desfiles con estas personas. Viktoria Modesta, la cantante y modelo británica, ha logrado hacer de la falta de uno de sus miembros inferiores un gran atractivo basado en la extraordinaria variedad de prótesis que usa para su trabajo como parte de su atuendo y además, el uso y manejo que hace de éstas en sus presentaciones.

LM: ¿Qué fue lo que te llevó a realizar este tipo de ropas, para estos destinatarios?

María Sol Ungar: En realidad, se congregaron varios factores: mi abuela es modista de alta costura, mi madre que teje: he estado rodeada de hilos y telas. Si bien no estaba directamente relacionada con ciegos o personas de baja visión, me acerqué a través del trabajo de mi madre como maestra en una escuela de educación especial. Además, también recibí una fuerte influencia de mi padre, activo militante social y político. Nací y crecí entre personas con fuerte compromiso social, apostando con su trabajo a mejorar la calidad de vida de los demás. En mi caso, el SÓNAR viene de las lecciones bien recibidas en casa.

LM: ¿Cómo fue el proceso de creación de las prendas y qué las caracteriza?

María Sol Ungar: Fueron los ciegos quienes me orientaron en las decisiones para el diseño de la ropa. Me hicieron ver sus necesidades sobre el conocimiento del color, costuras que indicaran frente y dorso, ropas que incluyeran un bolsillo de 23 cm. para guardar el bastón cuando no lo usan, etiquetas en Braille con información sobre talles, colores y cuidado de la prenda.  En realidad, hablar con los ciegos me llevó por el camino de la funcionalidad de la ropa, diseñada con criterio de inclusión, y no solo para no videntes sino para todos en general.

LM: Tus diseños son modernos, vanguardistas,  ¿han sido bien recibidos?

María Sol Ungar: Sí. Cuanto más vanguardistas, más les gustan, al menos a los que compran y siguen la marca. Por un lado,  rompe el concepto de que las personas con discapacidad  no  tienen estilo o estética porque no  ven. Además, gracias a esos diseños, se genera una inclusión real, que es que las personas que sí ven, también compran.

LM: ¿Cuáles son tus objetivos con SÓNAR?

María Sol Ungar: Son varios. No solo la inclusión en el diseño mostrando que la pluralidad nos enriquece a todos. Esas son personas con muchas virtudes y somos los que no tenemos discapacidad quienes los limitamos. En el campo de la moda, interpelar a los diseñadores a que se pongan al servicio de las personas, porque tenemos herramientas para dar estética, practicidad y calidad de vida a nuestros usuarios en todas las ramas del diseño.

Si todos pensáramos en el otro como en nosotros mismos, reconocerlo como nos gusta ser reconocidos, acompañados, alentados, no solo nos iría mejor en todos los aspectos,  viviríamos de un modo más apacible, justo, posible y amoroso.

Siempre en esa dirección, a partir de ahora voy a incluir en las prendas unas etiquetas pensadas y fabricadas para quienes  tienen daltonismo. Mediante ese recurso, es posible para ellas saber qué color es la prenda. Es también una manera de ampliar el campo de acción, ya que SÓNAR es una marca autogestiva que se nutre de la colaboración de las personas que con sus conocimientos, sus compras y sus ganas alimentan esa marca.

Sara Eliana Riquelme

Sara Eliana Riquelme

Colaboradora

Docente en el área de Lengua, en el IFD N° 6 de Neuquén. Egresada de la Universidad Nacional del Comahue: Profesorado en Letras, Lic. en Letras, Especialización en Historia Contemporánea. Ha participado en trabajos de investigación en la Fac. de Ciencias de la Educación en la UNComahue y ha dirigido investigaciones en el INFD. Cuenta con publicaciones de libros y artículos en distintos soportes, siempre sobre temas inherentes a la educación en relación con el lenguaje.

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