Por Marina Cavalletti.
Amante del mundo animal, lo lúdico, la palabra y la matemática, el compositor Santiago Adano mostrará las músicas íntimas y luminosas que integran su paisaje sonoro “en solitario”. Entre amigos y público desembarcará en San Telmo, con un trío de cuerdas y muchos colegas en escena.
Es cantante y guitarrista de Julio y Agosto, y hacedor de música para cine y teatro, compositor e intérprete, entre otras cosas El viernes 10 de agosto, a las 21 presentará su primer material como solista en el Teatro Xirgu Espacio Untref (Chacabuco 875) se trata de Perro de caza/Perro de casa, un disco doble que encierra mucho más que un juego de palabras.
En tu trabajo más reciente retomás un concepto vintage, de lado A y B, de disco doble ¿cómo nació esa necesidad?
Tiene que ver con un par de cosas. Por un lado los 90 y su economía pegaron con toda en mi casa, igual que en muchas otras. Mi viejo se quedó sin laburo y mi vieja, psicóloga, tenía dos pacientes. Cuando se pusieron de moda esos equipos Aiwa enormes, con bandeja para 5 CD, nosotros no teníamos un mango. Heredamos un equipo de música viejo, con bandeja y casetera, y muchos amigos de mis viejos que empezaban a comprarse esos minicomponentes Aiwa nos regalaban sus vinilos, así que me quedó cierto romanticismo alrededor de los lados de los discos, de la mística de dar vuelta un disco o un casette.
Por otro lado tiene que ver con que tardé muchos años en meterme en la grabación del disco y se juntó mucho material. Me encariñé con catorce canciones, quería sacar todo pero me parecía que era un disco un poco largo, y pensé en dividirlo en dos lados de 7 temas. Me divertía la idea de hacer dos tapas también, así que fue una solución que además de hacer más accesible el disco entero me parecía productiva artísticamente.
¿Cuál será el mapa del concierto en el Xirgu, qué podés adelantar?
Vamos a hacer el disco completo. Tengo algunos invitados en mente, personas que me divierte ver interpretando las canciones, y va a estar mucha de la gente que grabó en el disco. Vamos a ser bastantes en el escenario. Quería darme el gusto de poder tocar los temas como fueron grabados, por lo que va a haber un trío de cuerdas, algunos vientos, el piano. Es un poco la fiesta de 15 que no tuve, una celebración, así que voy a meterme en ese lío hermoso por esta vez. Todo esto tiene un poco que ver con que vengo de un trance loquísimo: una buena parte del disco la compuse, produje y arreglé durante casi 3 meses que pasé acostado con un corset el año pasado, porque justo antes de arrancar a grabar tuve un accidente y me fracturé una vértebra. Algo de esta fecha es la celebración de haber salido bien de esa, festejar con la gente que quiero que a pesar de que pasan cosas que son un garrón, estamos bien y en movimiento.
El perro A suena más luminoso, más mayor (en cuanto a tonalidades o texturas) que el B ¿es una metáfora pensada?
Puede ser que el lado A sea un poco más luminoso. Siempre me pareció que mi edad real y la edad de mi yo compositor estaban desfasadas, sentía que era un poco más viejo, más denso, de lo que se yo esperaba de alguien de mi edad. Ahora ya tengo 32, pero compongo en ese registro desde que tengo 20. Creo que en ese sentido el lado B tiene más que ver con esa versión mía más cotidiana, más doméstica, más íntima, y el lado A, si bien también tiene que ver conmigo, es una versión un poco más dirigida al afuera, más sociable o más abierta. No lo tengo tan elaborado, pero creo que algo de que el lado B se llame Perro de Casa tiene que ver con algo de ese universo más íntimo. De cualquier manera es un disco entero que fue grabado como tal, junté esas catorce canciones pensando en que fueran una misma obra, así que las dos partes obviamente tienen mucho en común.
Aparece con insistencia la cuestión animal en el disco, ¿por qué tomaste ese concepto?
Soy muy nerd desde chiquito. Me gustaban y me gustan mucho los animales no solamente desde la diversión, la ternura o el juego sino también desde la curiosidad, las ganas de conocer más, de entender cómo viven, cómo funcionan, por qué son distintos. No fui científico porque soy bastante choto con los números y porque la vida del laboratorio o la investigación me hubieran resultado un poco difíciles, pero me apasiona la ciencia y trato de entrar en contacto con ese mundo todo lo que puedo. Además crecí en Del Viso, una ciudad chica a 45 kilómetros de Capital, en una quinta con un jardín enorme. Tuve perros, cobayos, peces, culebras, una tarántula. Los animales siempre fueron parte de mi universo vital, además de que me conmueve mucho el elemento animal como motivo en diferentes disciplinas artísticas. Me parecen lindos, interesantes, misteriosos. A medida que fui creciendo empecé a sentir curiosidad por todo eso que nosotros tenemos de animal y viceversa, y fue entrando en el discurso del disco de una forma muy orgánica. Cuando empecé a juntar las canciones que iban a formar parte y a laburar las letras me di cuenta de que había muchos guiños en ese sentido y dejé que eso se desarrollara así, no fue una consigna que me puse previamente pero se fue dando y lo acepté con entusiasmo.
¿Cuáles son tus motores al momento de componer?
Las emociones me avasallan un poco. Es algo que tendré que laburar en terapia, pero no es raro que me lleven un poco puesto. Y muchas veces es desde ahí que aparece la búsqueda de las canciones. Además me convocan algunos universos diferentes que en sus puntos de contacto convergen en lo que para mí es la canción: lo lúdico, la palabra, el juego, la matemática. En el encuentro de todas esas cosas encuentro mi forma de relacionarme con la canción. Me gusta jugar con las formas, me gusta laburar con emociones. Disfruto mucho de explorar, jugando con armonías y muchas veces desde ahí surge una melodía. La palabra, en general, viene después.


Marina Cavalletti
Directora editorial
Es Magíster en Escritura Creativa por la UNTREF, profesora de castellano, Literatura y Latín y Técnica profesional en música. Además, es corresponsal de El Tribuno de Salta desde 2005. Colabora con medios independientes como periodista y correctora. Dio clases en la UBA, “El Alicia” y el IUNA. Es profesora en la UNDAV. También es compositora y poeta. Ama la radio y el folklore. Desde 2016 coordina el ciclo “Brote poético”.