Por Virginia Janza.
Lo escucho hablar a Macri y siento que estoy viendo al DT que queda mal parado después de perder un partido por afano. Le habla a los medios igual. Habla de sus oponentes como si esto fuera un partido de fútbol.
Exactamente lo que aclaró la jefa que no era. (Siempre un paso adelante). No se comunica con sus adversarios, no tiene la gallardía ni la poca dignidad de reconocer su derrota. Y lo peor es que parece que le hablara a un público, sin ánimo de menospreciar a los consumidores o analistas de fútbol, con poca capacidad de comprensión o de memoria inmediata.
Es eso o su discurso huele a amenaza.
¿En serio este sujeto piensa que nos vamos a fumar la jugada que se mandó y que activó a último momento de salir a mentirles a los mercados con encuestas arregladas y una tapa positiva de Clarín? No me dedico a la política ni me la doy de que entiendo. Pero boluda no soy y cada vez que escucho que el dólar se disparó porque votamos a FyF, me da entre risa y espanto.
Habla de “la segunda vuelta” (?), y a la vez, bastardea la democrática instancia de las PASO. ¿En serio va a culpar a las PASO de que lxs argentinxs estemos más pobres? Es tan cabeza de termo que homologa una instancia necesaria propuesta en su momento por el kirchnerismo con el mismo kirchnerismo. Y sucede lo mismo con tantos derechos y movimientos espontáneos de lxs ciudadanxs en los últimos tiempos, como el pañuelo verde, la ESI, la asignación universal por hijx, el lenguaje inclusivo, decir todos y todas, ser transgénero o gay (?), comer choripanes y ser kuka-trap. (Y el odio existencial que despierta el lenguaje inclusivo en algunos sectores es, me atrevo a decir, mayor que el de estar a favor del aborto seguro, gratuito y legal). Parece que piensa sostener hasta el final su exitismo arrasador, machirulo y violento, sin ninguna capacidad de autocrítica. Ninguna. La única que dijo algo en relación con eso, y fue prácticamente lo único que dijo también, fue Vidal con su repetido: “Hay que escuchar los mensajes”. En fin, alguien que un poco acusa recibo.
Si supiera editar, les mostraría la peli que estoy viendo en mi cabeza de Macri hablándole al pueblo como si fuera el diario Olé, al día siguiente de perder flagrantemente la elección presidencial. Mencionando a sus oponentes como si fueran River Plate, con esa animosidad inconducente que caracteriza al fútbol, a mi modo de ver.
Una periodista con voz de locutora lo interpela acerca de esta falta de responsabilidad de su discurso. Además es el oficialismo y tiene todo el aparato mediático y los recursos a su favor. Pero Macri sigue sin agarrar la pelota, el guante o la granada, y continúa con su afán de menospreciar la manifestación clara del pueblo, amenazándolo, encima, de que si esto se repite “lamentablemente” el mercado va a eclosionar y el dólar va a dispararse al infinito punto rojo. Dice que en el mundo nadie conoce al kirchnerismo, sin embargo dice también que lo que sucedió este catastrófico y feliz último lunes se dio porque “ganó el kirchnerismo”.
Este recurso berreta espero que ya no tenga asidero ni eco en la gente. Ojalá que todxs entiendan que se pueden seguir expresando en las urnas con libertad, que lo que tenga que pasar de acá a octubre va a ser difícil pero también, a esta altura, reversible si sacamos a estos siniestros del poder cuanto antes. Democráticamente, como corresponde.
Esta imagen de Macri como De la Rúa, con ese tono apagado y monótono, las amenazas veladas, la falta de criterio, de respuesta o de responsabilidad, en verdad dan sueño. Aunque el único que se tenga que ir a dormir, por una larga, larga temporada, esta vez sea él. Duérmase, señor horrible, y cállese. Ojalá alguien le diga, como en estos últimos años donde hizo algo parecido a una “carrera política”, cómo llegar al final de su mandato sin que nos siga reventando el país, los oídos y los bolsillos. Sin tanta amenaza ni subestimación, que el pueblo no es estúpido y ya sabe lo que tiene que hacer.

Virginia Janza
Profesora y Licenciada en Letras .
Profesora y Licenciada en Letras de la Universidad de Buenos Aires. Escritora y Editora. Profesora de la Universidad de Palermo en la Facultad de Diseño y Comunicación y de la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”. Hace diez años que coordina talleres de lectura y escritura, acompañando al autor en todo el proceso creativo hasta la publicación. Realiza performances, combinando lectura poética y representación teatral; organiza lecturas y eventos literarios.
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