Por Martín Camps.
Roma es el álbum de memorias de un cineasta. Un recuento minucioso de ciertas imágenes que lo marcaron en su niñez en la colonia Roma en la Ciudad de México.
En entrevista con Cine Premiere, Alfonso Cuarón expuso que la película fue “una reconstrucción milimétrica, en donde hasta los cajones que no se abrían tenían adentro los elementos que tendrían que estar ahí” (45). De los tres cineastas mexicanos que han probado suerte en Hollywood, Cuarón es el más poético e intimista, así como Guillermo Del Toro confecciona monstruos inauditos, o Alejandro González Iñárritu emula una acción épica de la mejor época del cine; Cuarón poetiza con sus películas. Por ejemplo, en el road movie Y tu mamá también(2001) discurre sobre el último viaje de una mujer enferma de cáncer en medio de una amistad “charolastrera”; o en Gravity (2013) la levedad de nuestra humanidad en el espacio exterior; o el fin del mundo que inicia en el vientre materno en Children of Men (2006).
Cleo (Yalitzia Aparicio) es la empleada doméstica de una familia de clase media que vive en la calle Tepeji, al 21, esquina con Monterde. Cleo resulta embarazada de Fermín (Jorge Antonio Guerrero) un hombre que es entrenado marcialmente por el gobierno para reprimir manifestaciones. El punto grave de la historia es cuando Cleo pierde al bebé. Sabremos más adelante, cuando Cleo salva la vida de los niños de ahogarse en el mar de Tuxpan, que ella “no quería que naciera su bebé”. La familia le dice: “Te queremos mucho” mientras la abrazan en la arena agradecidos por salvarle la vida a los niños. A la historia de Cleo, se entrelaza la historia de la señora Sofía (Marina de Tavira) y el señor Antonio (Fernando Grediaga)que finge irse a Canadá a hacer investigación médica, pero es un truco para huir de su familia y fugarse con otra mujer. La señora le dice a Cleo: “Estamos solas, no importa lo que te digan los hombres, estamos siempre solas”. Ambas han sido traicionadas y allí se entabla su unión.
Judith Rollins en su libro Between Women: Domestics and Their Employers(Temple UP, 1987) estudia las jerarquías de clase y estructuras raciales de la división de trabajo en el contexto de trabajadoras afroamericanas y los actos diferenciales que esperan quienes las emplean. Esta estructura de poder, en el contexto colonial y hacendario mexicano hacia el indígena, aparece en Roma desde el inicio, cuando llega el patriarca de la casa y Cleo debe contener a los perros y tener la loza del patio limpio que ha restregado a baldazos de agua y jabón para que el señor no se ensucie los zapatos. Cleo participa en la vida familiar, pero mantiene su distancia en calidad de sirviente. Por ejemplo, en una escena cuando Cleo se empieza a acomodar para ver un poco del programa en la televisión, la señora le pide que “le traiga un té al Señor”. Cleo es también la que recibe los enojos de la señora, sus afrentas, por ejemplo, cuando la señora Sofía se entera que el esposo ya no volverá,se desahoga con una bofetada al niño y un regaño a Cleo. Cuarón, nos muestra este servilismo también con pequeños detalles, por ejemplo, cuando Cleo contesta el teléfono, antes de pasarle el auricular a la señora, lo limpia con su mano.
Me vienen a la mente tres películas donde se relatan las relaciones de servicio incrustadas en la vida de una familia. The Help (2011 Dir. Tate Taylor) en el contexto del racismo norteamericano del sur, donde las sirvientas relatan la discriminación de las familias blancas de Mississippi;La nana (2009, Dir. Sebastián Silva) donde la niñera, que ha servido a una familia chilena “pituca” por dos décadas, sabotea a las nuevas trabajadoras del hogar; otra película es Babel(2006 Dir. González Iñárritu)que retrata la vida de una niñera en Estados Unidos que por azar del destino tiene que cruzar a los“güeritos” por el desierto de la frontera. Dos cuentos también con este tema: en “Love Story” de Elena Poniatowska, desgrana la relación amor y odio de una “Señora” (Teleca) con su sirvienta Lupe, que en un acto de represalia final le deja un redondo pedazo de mierda en la cama. Y “Miss Amy” de Carlos Fuentes donde una adinerada mujer de Chicago se ensaña cruelmente contra su mucama de México. Este aspecto sociológico de la película sin duda dará para estudios sobre la lucha (doméstica) de clases.
Roma, como obra de arte, tiene muchas aristas. Se conecta a esa tradición de películas de la Ciudad de México que tiene como su fuente Los olvidados (1950 Dir. Luis Buñuel) y Amores Perros (2000 Dir. González Iñárritu). Ver Roma es como visitar una casa antigua donde se vivió muchos años y uno se para frente a la fachada para ver qué tanto han cambiado las cosas. Roma es una película que el cineasta hizo para recordar cómo era la vida entonces en esa casa y pensar qué fue de aquella mujer que estuvo en sus vidas. Su labor “doméstica” se convirtió en un pilar de la memoria y la construcción de la infancia.La película también recrea el escenario sociopolítico en los setenta en México, la represión del jueves de Corpus, los halcones que aplacaron la manifestación. En otro momento clave, el novio de Cleo reaparece amenazándolas con una pistola en una mueblería donde conseguirían una cuna para el bebé de Cleo. El novio le había sentenciado: “no me vuelvas a buscar porque te parto tu madre a ti y a tu criaturita”. Simbólicamente, este novio es el Estado represor que traiciona a Cleo y se refiere a ella como “gata”, título denigrante para las trabajadoras domésticas.
La película es una composición de la nostalgia de la infancia, de una Ciudad de México que ha mutado. La cámara se mueve con el personaje en un travelling por las calles donde se agolpan los anuncios de otra época, el banco Servín, la propaganda del Partido Revolucionario Institucional con la imagen de Echeverría. Roma es una película de anticuario, de un metódico recolector de imágenes que exhibe los objetos ya idos, los autos, relojes, juguetes, programas de televisión que se han empolvado en un México de hace medio siglo. Los sonidos de la ciudad; como el afilador de cuchillos, el camotero, los merolicos y el cine, el interior de aquellas salas de proyección engalanadas como iglesias del entretenimiento. Cuarón nos mete en su mundo de referencias, por ejemplo, estacionar el Galaxy en la cochera angosta, cuidar los ángulos, corregir cada centímetro para que entre sin un rasguño.
Roma, como la novela breve de José Emilio Pacheco, Las batallas en el desierto,es una película de la reconstrucción minuciosa de una época. Cuarón eligió bien iluminarla en blanco y negro. Si la película hubiera sido a color hubiera parecido una reconstrucción histórica, pero el claror monocromático, los distintos tonos de gris, le imprimen el tono de la pincelada viva de una potente memoria personal que se queda en la mente del espectador por mucho tiempo.
Bibliografía
Oliva, Jessica. “Alfonso Cuarón: El adiós a las inseguridades”. Cine Premiere. Noviembre, 2018.

Martín Camps
Colaborador
Poeta y profesor de literatura. Ha publicado cinco libros de poesía, su último libro es Los días baldíos(México: Tintanueva). Ha publicado poemas en varias revistas, sus últimos poemas aparecieron en la revista Modern Poetry in Translation. Actualmente es profesor de literatura en la Universidad del Pacífico en California.